martes, 25 de diciembre de 2007

8ª jornada: Valma - Traspinedo

Aquí lo tenéis. Algo tarde, sí, ya que ha pasado todo un fin de semana, del que se hablará en la siguiente entrada de, este, nuestro blog, pero no voy a adelantar acontecimientos de clase alguna. Ahora nos toca con los del pueblo que queda pelín más allá de Tudela. El siguiente, a la izquierda. Creo. Lo mismo es a la derecha y la he liado. Pero no disparen al teclista.

Llegaban los muchachos rivales al polideportivo Canterac -le ha dado fuerte a la Federación con el pabellón del barrio Delicias- invictos. No les había ganado. Pero allí estaba el Valma-Buenos Aires, uno de los equipos con el nombre más largo, y con más saber hacer de la Liga: para romper estadísticas y tocar las narices al rival.

Se preveía un partido duro. Así fue. Los de Traspi se pusieron a jugar fuerte, más de una vez fuera del reglamento -je, qué bonita cosa si existiera- pero el Valma no se amilanó. Con Alber en plan pletórico, no se pudo evitar el gol de los rivales. Aunque antes Raúl había marcado un churrigol que ponía en ventaja a los azules. Toma y daca, seguimos en ello, hasta que Jose decidió dejar de tener muñones y tener piernas de una santa vez. Dos goles para el 7 del Valma, que, entremedias de un gol de los otros -vestidos, por cierto, como el Salamanca. Simples casualidades, ¿eh? A ver qué vais a decir, que os conozco- que ponían las cosas en 3-2.

Pero, como parece que los chavales de azul no son felices sin poner a su delegado al borde del infarto, la cosa era hacer las cosas complicadas. Penalti de Alber -placaje más bien-, aunque todo hay que decirlo, el colega parece imbatible. Dos que le han tirado, dos que se ha parado. Ni Abbondanzieri -era por buscar un portero con nombre raro-. Y, pra proseguir con el infarto, poco después llegaba el 3-3. Nada, que los de TRaspi se empeñaban en no perder, y el árbitro en señalar los saques de banda al revés. Y las tarjetas, bien guardadas, no se fueran a resfriar.

Pues, a falta de maletín RCP en el banquillo que el pobre delegado se pudiera llevar al pecho en caso de fallo, se optó por una solución más mejor. Y esa no fue otra que marcar el 4-3 a falta de muy poquito para el final. Sinceramente, no tengo el acta a mano, pero prometo actualizar esta entrada con el nombre del salvador de mi corazoncillo cuando me acuerde. Aunque me da que fue Jose. Esto de no tenerme acostumbrado a marcar no puede ser bueno...

Los de Traspinedo acabaron mosqueados con esos chavales de azul que se sobrepusieron a la adversidad de sus patadas, a la tibieza del árbitro, y un delegado en el banquillo que superó en voces y fuerza de garganta al del contrario. Tanto, que pasaron de saludarse al final. Esto va a ser porque los de Traspinedo dejaron de estar invictos. Y el Valma se puso con 18 puntos como 18 soles. Terceros en la tabla. Y con talento.

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