Repaso general... una vuelta después (I)

Lo sé. El título de esta parrafada es largo. Pero lo hago para prepararos y poneros sobre aviso para lo que viene, que toca repasar 9 jornadas. Ni una más ni una menos, ya que, si no sois vagos y bajáis un poco, veréis que la última crónica es la de Traspinedo, sus patadas y un árbitro que saca tarjetas por mover los brazos en el partido de ida, en lo que era la jornada 8ª, penúltima del difunto 2007.

Por ello, empezamos.

Aunque me habéis pillado de buenas, y lo separaré en dos o tres entradas. No vaya a ser que se me hernien mis muchachos. Que luego hay que jugar.

9ª jornada

Villabáñez (también conocido como ‘Enemigo de la próxima semana’) vs. VALMA – Buenos Aires F.S.

O ‘Cómo perder ante quien te vas a jugar el play-off 10 jornadas más tarde’

Tras el éxtasis de haber tocado sobremanera las narices a los traspinedinos –si no es éste el gentilicio, me importa poco- con nuestra victoria por 4-3, tocaba acabar el año de una manera un poco diferente, perdiendo en este caso con los viejos conocidos de Villabáñez por 4-2.

En este partido, que jugamos en Canterac, el equipo estaba pensando más que nada en las vacaciones. Los de morado aprovecharon unos pocos errores que tuvimos para hacernos los goles, haciendo que de nada sirvieran los marcados para los azules por Jose –al parecer, este chico sabe marcar goles, no tiene muñones- y Toño.

Poco más que decir acerca de la 9ª jornada. Que no se repita el resultado en la decisiva 19ª, que nos jugamos los play-off contra ellos.

10ª jornada

VALMA – Buenos Aires F.S. vs. Ledo Peluqueros

Victoria por 5-3, con goles de Chasco, Toño, Olea y Raúl, éste por partida doble.

11ª jornada

VALMA – Buenos Aires F.S. vs. BO 2 (o Beodos)

O ‘Joé –no Joe, que os conozco-, qué caló hace en Parquesol, muchachos’

¿Calor? No. Asfixia. Más o menos eso es lo que te encuentras en el pabellón de Parquesol si llegas a jugar a las 4 de la tarde de un sábado. A esas horas uno se dedica a dormir la siesta, hombre. Aunque peor es lo de los domingos por la mañana. Lo de cómo llegamos hasta allí –vale, en coche, los detalles quiero decir- lo omitiremos. No sea que nos lea la Policía Municipal en sus ratos libres.

Además, aprovechando que llegamos muy pronto, y que los jugadores se cambiaron raudos y veloces –cómo si no en el estado lamentable en que estaba el vestuario-, los 8 corajudos individuos vestidos de azul que se iban a enfrentar al equipo con nombre de borrachos se pusieron en formación para que ese pedazo de Delegado que tienen les disparase. Con la cámara de fotos, claro. A ver qué os habíais pensado. Que todo equipo tiene que tener foto –medio- oficial.

Sinceramente, el orden de los goles no lo recuerdo. Imposible teniendo en cuenta que estuve varias veces al borde del infarto, sobre todo en la segunda mitad. 6-5 al final. Con un primer tiempo de los que rezas para que no se repita nunca, por aquello de la enorme torrija con la que jugamos, y un segundo en el que demostramos al rival que no es imposible marcar dos chicharros –lejanos, además, firmados por Toño y Ricky, creo- en un minuto, segundo arriba o abajo.

Mejorando el partido inicial de la temporada contra los rivales, que nos enchufaron 2-0 en el Gregorio Fernández en aquella ocasión. Eso sí, aunque en la primera jornada perdiésemos no nos quita ni uno solo de nuestros preciosos 24 puntos. Que son nuestros y de nadie más.